El Señor de la navidad
Casi es 25 de diciembre, día de navidad, día del año
donde hay fiestas, reuniones familiares, cenas deliciosas e intercambio de
regalos por muchas partes del mundo, para algunas personas es un día más, un
día común y corriente, en parte tienen razón, es un día más, el sol sale por
donde mismo y se mete por donde mismo, la luna brilla con la misma intensidad, el
día tiene la misma duración de horas pero hay algo especial en la navidad que
se puede percibir, el amor es más visible, tal parece que en estas fechas la
gente es más sonriente, más dadivosa, más alegre, más amorosa ¿Por qué será? Yo
pienso que aunque es un día como cualquier otro, también es un día especial de
eso no hay duda, pero mucha gente olvida el verdadero significado, la esencia
de la navidad, todavía hay personas que no han entendido que la navidad habla
del amor de Dios por un mundo perdido, habla de que Cristo el Hijo de Dios vino
para salvarnos, él es el Señor de la navidad, en medio de las fiestas y el
alboroto se han olvidado de él, cenamos en su nombre pero no lo invitamos a que
se siente en nuestra mesa, decoramos la casa con luces pero no dejamos que el
alumbre nuestro hogar, lo hemos dejado afuera esperando para entrar a nuestra
casa y llenar de paz y vida nuestros corazones, necesitamos a Jesús en esta
navidad, necesitamos a Jesús siempre por eso todos los días deberían ser
navidad, que diferente sería el mundo ¿no crees?, ábrele tu corazón al Señor de
la navidad y deja que él entre y viva en ti para que tu vida sea llena de gozo
y plenitud, invita a Jesús a entrar a tu casa no solamente en esta navidad sino
todos los días y te aseguro que el traerá un ambiente de paz, amor y alegría en
tu familia, él vino para darte vida, no te olvides que Jesús es el Señor de la
navidad, pero hazlo el Señor de tu vida.
Juan 11:25
Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí,
aunque esté muerto, vivirá.
Juan 11:26
Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?
Juan 11:27
Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios,
que has venido al mundo.
Rom 10:9
que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu
corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
Rom 10:10
Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se
confiesa para salvación.
Te deseo una feliz Navidad a ti y a tu familia.
Con amor Arturo Aguilar
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